Creo que el principal problema de nuestra vida actual es que mal nos sentimos acerca de nosotros mismos. La culpa, la autocrítica, inseguridad, etc.
La experta en la meditación de la compasión, Kristtin Neff, postula que si dejamos ir la autocrítica y nos hacemos amigos de nosotros mismos, nos volveremos más felices, resilientes y amables.
Es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos y por los otros.¿Cómo podemos amar a otros si no nos amamos a nosotros mismos? ¿Cómo podemos reconocer la bondad en otros si no podemos sentirla en nosotros mismos? ¿Cómo hacemos a otros felices si no nos sentimos a gusto con nosotros mismos?
Hay muchas fuerzas en nuestra sociedad que conspiran para hacernos sentir mal sobre nosotros mismos: el pecado original, un sistema económico que motiva a las personas usar el miedo y la agresión, padres que socavan la autoestima de sus hijos, tal como se las socavaron.
Pero esto va más allá de un problema social o emocional, va más allá. Hacernos amigos de nosotros mismos es parte del camino budista.
La historia del Buda es un ejemplo de autocompasión. Después de vivir una vida de asceta y de lucha para trascender la existencia humana, se hizo amigo de sí mismo para aceptar la leche y el arroz, que sanaría su cuerpo. Luego, se sentó bajo el árbol del Bodhi y soltó todas sus luchas para convertirse en alguien más y darse cuenta que estaba bien tal como era, él era un budha y siempre lo ha sido, solo estaba dormidito.
Este es el camino del dhrarma, hacernos amigos de nosotros mismos, despertamos a nuestra verdadera naturaleza. El Budismo es tan práctico como profundo, porque debemos empezar en donde estamos.
Hacernos amigos de nosotros mismos puede transformar nuestra vidas. Nos muestran cómo cultivar nuestra propia bondad y encarar nuestros problemas honestamente. Nos ofrece un camino de vida más feliz, relaciones más sanas, una mejor sociedad. Seamos nuestros mejores amigos, es lo mejor que podemos hacer.